Análisis de la novela “Eugenio Oneguin” de Alexandr Pushkin
Presenta: Ana María Peña ReyesPrimavera 2010«Todavía le quiero… Pero pertenezco a otro y nunca dejaré de serle fiel...»
E. Oneguin, Pushkin.
Análisis de las características del Romanticismo en la novela Eugenio Oneguin
El romanticismo fue un movimiento cultural y político originado a finales del siglo XVIII como una reacción en contra del racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, caracterizándose por dar prioridad a los sentimientos, escapando de la realidad para alcanzar sus ideales, con el romanticismo también se buscaba la ruptura de la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas; los románticos buscaban la libertad auténtica, rasgo que los caracteriza como revolucionarios.
El Romanticismo estuvo presente desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a países como Francia, Italia, Argentina, España.
Para poder iniciar nuestro análisis es importante conocer al autor de la obra que abordaremos, en este caso: Alexandr Pushkin.
Alexandr Serguievich Pushkin nació en Moscú el 6 de junio de 1799. Poeta y escritor, padre de la nueva literatura rusa, creador del idioma literario contemporáneo de su patria. Su vida, iluminada por el genio poético y una sincera naturalidad de su conducta, es objeto de admiración y estudio de generaciones posteriores.
Como en cualquier familia de la nobleza de aquellos tiempos, en la casa de los Pushkin se hablaba el francés y se estudiaban otros idiomas. A los 12 años, Alexandr fue enviado al Liceo de la aristocracia Zarsloire Seló (la aldea de los zares). En esa institución se forjó la personalidad del futuro poeta.
Al terminar los estudios, Pushkin se dedicó enteramente a los trabajos literarios. Sus expresiones impetuosas en cuanto al orden político en el país, a la monarquía y a algunos postulados de la Iglesia ortodoxa le costaron el destierro de San Petersburgo hacia las zonas sureñas de Rusia.
El joven de 20 años fue confinado a Moldavia, Crimea y Ucrania sin derecho de regresar a la capital. En ese periodo escribió muchos versos y concluyó los poemas “Ruslán y Ludmila” y “El prisionero del Cáucaso”, entre otros.
El destierro no cambió el carácter del poeta, pues persistía en sus agudos epigramas y declaraciones políticas que impedían su regreso a San Petersburgo. Aún más, su confinamiento en el sur de Rusia fue sustituido por otro, y se le envió a la hacienda de sus padres en la región de Pskov.
Los años que pasó Alexandr Pushkin bajo observancia policiaca en la hacienda Mijáilovskoie, propiedad de sus padres, fueron muy fructíferos. Allí continuó su trabajo de la novela en verso “Eugenio Oneguin”.
Después de seis años de confinamiento, al poeta se le permitió volver a Moscú. El nuevo zar Nicolai El Primero declaró que él mismo sería el censor personal de las obras del poeta. En Moscú, Alexandr Pushkin encontró a su futura esposa Natalia Goncharova, a quien consideraban la primera belleza de la ciudad. Enamorado de esta joven de 16 años, Pushkin consigue el consentimiento de sus padres y luego de dos años se casó con ella. En la iglesia donde se celebraba la boda, de repente se apagó una vela y se cayó el anillo de compromiso. “Mal augurio”, dijo el poeta, y así pensaron los demás.
El talento, la fama y la independencia de los criterios de Pushkin provocaban los celos y la envidia de sus enemigos. Los ataques se concentraron en su bella esposa Natalia, con quien Pushkin ya tenía cuatro hijos. Cansado de susurros e insinuaciones de la corte, el poeta retó a duelo a un tal Dantés, hijastro del ministro consejero holandés, quien era muy activo en buscar las simpatías de su esposa.
Una fría y oscura tarde, con 15 grados bajo cero, del 27 de enero de 1837, tuvo lugar el duelo en el cual Pushkin fue mortalmente herido y falleció luego de dos días. Por disposición del zar, su cuerpo fue llevado de San Petersburgo a la hacienda de sus antecesores en la región de Pskov, donde fue sepultado.
Las maneras más fáciles y económicas de propagar la literatura en esta época fueron a través de publicaciones semanales o a manera de folletín; que la sociedad adquiría constantemente para poder conocer lo que ocurriría con la novela que estaba permitida y en boga.
Caso similar ocurre con nuestro “Eugenio Oneguin”, la obra se publicó en forma de serie entre 1823 y 1831. La primera edición completa es de 1833, y la edición con la que actualmente contamos es la versión aceptada que fue publicada en 1837.
Al tener contextualizada nuestra obra, pasaremos al análisis de la literatura romántica, misma que se ha caracterizado por el singular ir y venir emocional de sus personajes; en la obra “Eugenio Oneguin” podemos ver en todas y cada una de sus escenas el máximo esplendor del mundo romántico de la época.
La historia de Eugenio Oneguin se desarrolla en la Rusia Zarista del siglo XIX que facilita la existencia de los paisajes que tanto gustaba contemplar al romántico, paisajes lúgubres, que dan pauta al panteísmo egocéntrico; es decir, independientemente del clima y aspecto real éste propiciaba la visión de la existencia propia de cada romántico; el oscuro estado de su alma podía coincidir o no con lo oscuro de la naturaleza, aunque los escenarios que reflejan esta concepción romántica son: Las casas y sus salones, los bosques y el agua., entre otros.
Dicho lo anterior se hará una breve descripción de los elementos más sobresalientes del movimiento romántico plasmados en la mencionada obra:
Eugenio Oneguin
¿De qué trata la novela?, Aquí el argumento a grandes rasgos:
Eugenio Oneguin es un dandy ruso que está aburrido de la vida.
Su padre al estar inserto en la sociedad de San Petersburgo, llena de fiestas y recepciones, se había quedado en la ruina pero la suerte se encontraba del lado de Oneguin, por ese entonces, un tío de Eugenio fallece y hereda una mansión en el campo.
Al trasladarse al campo hace una “amistad” con un poeta llamado Vladímir Lensky.
Lensky ama la vida, se encuentra comprometido con Olga Larina, por ello invita constantemente a Oneguin a la casa de su prometida.
Un día Eugenio acepta las invitaciones de su amigo y va a cenar con la familia Larina. En dicha cena, la hermana de Olga, Tatiana, se enamora de Oneguin.
Al llegar la noche, Tatiana no deja de pensar en el caballero que por la tarde ha llegado a su casa, así que le escribe una carta a Oneguin confesándole su amor, y se la envía. A diferencia de lo que ella espera, Oneguin no responde a la carta.
Como Tatiana no obtiene una respuesta tajante por parte de Eugenio, ella comienza a crear fantasías y se ilusiona al pensar que puede llegar a comprometerse.
Los días pasan y Eugenio enfrenta a Tatiana haciéndole entender su situación emocional de una forma clara y un tanto tajante pero a su vez condescendiente.
Lensky invita a Oneguin a casa de Tatiana pues es su santo; él decide acompañarlo pero al descubrir que Tatiana está muy nerviosa e incómoda por su presencia, Eugenio empieza a enfurecerse y piensa en vengarse de Lensky pues fue quien lo llevó. Para vengarse y a su vez divertirse de Lensky, Oneguin empieza a bailar y seducir a Olga. Lensky se marcha enojado y por la mañana lanza un reto a Oneguin para batirse en duelo. Dicho duelo está lleno de supersticiones y augurios; que nos anuncian lo fatal que será. En el duelo Oneguin mata a Lensky, y luego huye.
Tatiana triste y a la vez confusa por la actitud de Oneguin, visita la hacienda en que vivía y comienza a leer sus libros, los cuales contienen notas en los márgenes, así, empieza a creer que Oneguin es una mezcla de diferentes héroes de las novelas que ha leído y que no hay un "verdadero Eugenio Oneguin".
Tatiana es llevada a Moscú y es presentada en sociedad.
Algunos años más tarde, Oneguin encuentra a su primo que es un príncipe, mismo que lo invita a una recepción. Eugenio acepta y encuentra a Tatiana, pero ya no a su Tatiana de antaño; tan cambiada estaba que al principio no está seguro de si es ella y decide preguntarle a su primo, quién era; el príncipe le responde que es su esposa.
Tatiana ha cambiado tanto interior como exteriormente y su belleza provoca grandes remordimientos a Oneguin por lo ocurrido entre ellos en el pasado y él se da cuenta del error que cometió al rechazarla, así que intenta conquistar su afecto sin importarle que ahora ella está casada.
Eugenio le escribe una carta, después dos y no recibe respuesta; busca a Tatiana y platican acerca del destino de sus vidas, de lo cerca que estuvo la felicidad de ambos, y el poder ahora recuperar todo lo pasado.
Tatiana confiesa sentir aún amor por Oneguin pero su situación es otra, se encuentra casada y ese es su destino, no piensa ser infiel a su marido y rechaza el amor que le ofrece Oneguin…
Personajes de Eugenio Oneguin
*Eugenio Oneguin.- Personaje principal de la obra, dandy ruso que se encuentra cansado de la vida a pesar de poseer todo dejando escapar su felicidad.
Oneguin es un personaje masculino típico del Romanticismo, como ya dijimos antes, es un dandy, tiene facciones finas, es de la alta nobleza, al sentirse superior que otras personas podríamos decir que apela a otra característica romántica, la soledad.
*Tatiana Larina.- Una joven provinciana, apasionada de las novelas, enamorada del amor, taciturna, sensible, poco sofisticada; movida siempre por su espíritu rebelde
*Vladímir Lensky.- Joven poeta amigo de Eugenio Oneguin, espíritu enamorado, se deja llevar siempre por los sentimientos.
*Olga Larina.- Joven provinciana, hermana de Tatiana y prometida de Lensky. Sus actos denotan ingenuidad y a su vez transgresión a las normas de la sociedad de aquella época.
Hastío de la vida:
En este caso nuestro personaje principal, Eugenio Oneguin es un ser situado en el hastío total de la vida, vista como suplicio, como tedio. Eugenio es un dandy ruso que a su corta edad posee todo lo que quiere, pero siempre vive en un mundo muy aparte de la realidad. Esto se demuestra en la primera parte en la que: una vez que el tío muere, el joven Oneguin harto de su agitada e hipócrita vida social en San Petersburgo, decide instalarse en el campo donde el tío vivía; es pues, en dicho sitio donde busca el refugio, tanto de la naturaleza como el de la sencillez o novedad que la vida de los provincianos representa. E incluso, después de pasar algunos días en ese lugar, el aburrimiento comienza a hacerle la vida pesada.
Su carácter cambió y, poco a poco, un constante mal humor del que tiempo atrás debía haber buscado el origen, una especie de spleen se fue apoderando de él. Y aunque no le pasó por la mente la idea de suicidarse, la vida dejó de tener para él toda clase de atractivos. (Pushkin: 52)
En los primeros días todo cuanto veía le parecía nuevo; los verdes prados solitarios, la fresca sombra de los bosques, el murmullo de la aguas de los pequeños riachuelos… Pero al tercer día perdió todo interés; sintió después ganas de dormir y, al final, quedó convencido de que allí, en el campo, reinaba el mismo aburrimiento que en la capital. (Pushkin: 58)
Vida de la Ciudad Vs Vida del campo
A pesar de ser la misma época, resultaba muy diferente la vida del campo que la vida de la ciudad, en este caso San Petersburgo, mientras que la vida en la ciudad estaba plagada de diversas reuniones, cenas, bailes de salón y juegos, la vida del campo era totalmente contraria, era una vida tranquila, sin presiones, trabajando y soñando con lo que podría ocurrir.
El padre de Oneguin, funcionario del Estado, cumplía a conciencia sus deberes como tal, vivía lujosamente pero estaba cargado de deudas; cada año daba tres bailes, y todo esto lo llevó a la ruina total. (Pushkin: 40)Además de las convenciones sociales, la vida en la ciudad era totalmente hipócrita y las personas estaban dotadas de una falsa identidad.
En nuestro país, gracias a Dios, es de suma facilidad que cualquiera pueda pasar por erudito y educado, puesto que todos nosotros, en lugar que sea y de cualquier modo, hemos ido aprendiendo toda clase de cosas. (Pushkin: 41)
Mientras que en el campo (como ya se dijo) la tranquilidad reinaba y los paisajes alimentaban el alma:
Enfrente mismo de la casa, en la lejanía se divisaban los bosques, los prados y los jardines, cuya variedad de colores entremezclados alegraban la vista; entre ellos aparecían diseminadas algunas aldeas, y nutridos rebaños apacentaban por doquier. (Pushkin: 58)Espíritu rebelde
Podemos entender por espíritu rebelde, a aquellas personas que actúan por sus sentimientos y no por lo que les dicta la razón. Son espíritus que van más allá de la reglas, siempre van en contra de la corriente, van en contra de lo que dictan las leyes sociales.
*Tatiana.- A pesar de que es una joven apasionada por los libros, la soledad y el recuerdo, la mayoría de sus acciones las realiza guiada por su espíritu rebelde. No es como las mujeres de la época que lo único que buscan es n buen matrimonio, ella va más allá de ese interés. Por esa actitud sus padres temen no encontrar un marido para ella.
Un ejemplo de su actitud rebelde fue enviar una carta al joven Oneguin, pues iba en contra de las reglas de sociedad, pues en aquella época, la sociedad rusa consideraba inapropiado que una joven soltera tomara la iniciativa.
*Eugenio.- Vivía en soledad, siempre en contra de lo que las normas de la sociedad rusa dictan. Cuando asistía a algún baile, llegaba y se marchaba cuando deseaba, sin importarle las personas con las que estuviera, coqueteaba, ofendía o se burlaba discretamente de quien le placía.
En cuanto Oneguin se quedó solo en sus posesiones, decidió a falta de otra cosa mejor que hacer, restablecer el orden. Lo primero que se le ocurrió a nuestro joven sabio solitario, fue abolir el impuesto que las familias y los siervos pagaban individualmente al propietario, y sustituirlo por otro impuesto global y colectivo. (Pushkin: 62)Tanto en la ciudad como en el campo, Oneguin se comportaba como se le daba la gana, y muchos de sus vecinos, no eran amistosos con él por su forma tan extravagante y rara de ser.
En general opinaban así: “Nuestro vecino es un hombre inculto y tonto, e incluso seguramente masón, puesto que ingiere enormes cantidades de vino tinto en copas de gran tamaño. Nunca besa la mano a las señoras, y cuando se le pregunta, se limita a contestar con un “si” o con un “no”, sin añadir ninguna palabra más” (Pushkin: 63)Amor
Tatiana tiene otro modo de ver la realidad, es tachada en la familia por tener pensamientos raros, condición que según ellos, hace que a pesar de su belleza y buen porte sea soltera.
Entre aquellas “ideas raras” de las que tanto hablan y se espantan, se encuentra el amor de pareja. Tatiana no busca un matrimonio como los demás, un matrimonio sin amor o por conveniencia, solo desea amar y ser amada; pero con el tiempo, la vida se encargaría de demostrarle que su ideal no puede ser realizado originando en ella la frustración, el dolor de la vida, el desengaño; todo esto desde el momento en que Oneguin la rechaza hasta el momento en el que termina casándose con el Príncipe al que no ama.
El amor como enfermedad se refleja en la pasión que Tatiana siente por Oneguin, la desesperación de la que es presa cuando no está a su lado y la desesperación de no deber confesar lo que siente por él y sin embargo hacerlo, temiendo ya el rechazo por parte del joven Oneguin.
Tatiana, sumida en la tristeza que le produce el amor, es llevada inquietamente por ella de un lugar a otro; se dirige ahora al jardín, pero la pereza la invade pronto, y se detiene a medio camino; su seno se agita con frenesí, sus mejillas arden, sus ojos relampaguean, le zumban los oídos, y un profundo suspiro desfallece en sus labios. (Pushkin: 83)Y la llama del amor en Tatiana sigue desde su juventud, pues cuando se encuentra nuevamente con Eugenio, esa llama vuelve a resurgir, pero el haber dado su palabra de fidelidad, hace que niegue y rechace el verdadero amor, ahora por parte de ambos.
Pero ahora ya es demasiado tarde, mi destino se ha cumplido. (…) Se lo he explicado ya todo. Le suplico que me deje y se aparte de mí. No ignoro que posee usted un corazón generoso y noble. Y le hablaré con franqueza: todavía le quiero…Pero pertenezco a otro y nunca dejaré de serle fiel… (Pushkin: 201)Sueños y supersticiones
Para el hombre romántico un elemento distintivo es lo onírico y las supersticiones. Todo este mundo constituye una realidad alternativa y un escape. Además de revelarnos lo que inconscientemente se desea.
En el caso de nuestra obra, Tatiana cree en este mundo fantástico y las consecuencias que el mismo puede llegar a traer.
Tatiana tenía fe en todas esas supersticiones, sedimentos populares de otros tiempos. Creía también en el lenguaje de los sueños y en el de las cartas, y en los presagios de la luna. Creía en toda clase de augurios, tanto buenos como malos, y según ella, cualquier cosa, por virtud de su misteriosa fuerza, vaticinaba algo; siempre se hallaba bajo la que ella creía su mágica influencia. (Pushkin: 121)Además de creer en todos los elementos anteriores, al hombre romántico le parece muy atractivo todo lo “exótico” y en esta novela no será la excepción, pues Tatiana decide realizar un ritual para después poder interpretar un sueño y de esa forma saber acerca de su destino.
Se suelta, pues, el cinturón de seda, se desnuda y se tiende sobre la cama, cuidando bien de guardar su minúsculo espejo bajo la blanda almohada. El silencio lo invade todo. Tatiana yace dormida. (…) Tiene un sueño muy extraño, en el que es perseguida por dos osos de los cuales no puede escapar. (Pushkin: 123)
Honor
El honor es otro punto muy marcado en la historia pues, de algún modo funge como elemento decisivo en la vida de cada uno de los personajes.
Oneguin es invitado por Lensky al santo de Tatiana y al encontrarse Eugenio incomodo, su carácter cambia, desea divertirse y vengarse de Lensky mancillando el honor de Olga, la prometida de Vladimir Lensky.
Oneguin, convencido de que el momento de su venganza no está muy lejos, sonríe y se aproxima a Olga. Baila después con ella, y, por último, la acompaña hasta su silla. Diviértela con su amena conversación y, a los pocos minutos, vuelven a bailar. Extraña esto muchos a todos, e incluso Lensky no osa creer lo que sus ojos están viendo. (Pushkin: 125)Al darse cuenta Lensky de dicha situación reta a un duelo a Oneguin. De este duelo Lensky es quien pierde la vida dejando sola a su Olga y haciendo que Oneguin decida marcharse lejos después de la sensación de culpa por haber matado a su amigo.
Eugenio, hábilmente, elige a Olga, y deslizándose con negligencia, se inclina hacia ella y le susurra al oído con ternura un madrigal lleno de vulgaridad, al tiempo que le oprime la mano. El rostro de la joven está ardiendo. Lensky le está observando. Y casi fuera de sí, en su celosa indignación, espera con impaciencia que la mazurca concluya para invitarla a bailar el cotillón. Pero a ella no le es posible. Es que se ha comprometido a bailarlo con Oneguin.
Lensky incapaz de resistir más, sale de la casa con precipitación, manda preparar su caballo y parte en seguida al galope.El duelo
¡Dos pistolas y dos balas: esto será lo único que podrá decidir su suerte! (Pushkin: 137)
El duelo es una forma de remediar alguna ofensa realizada de una persona hacia otra, es de cierta forma, lavar un insulto al honor de alguien.
En el caso de que el honor de una mujer fuera mancillado por un hombre, algún familiar de la ofendida, se batía a duelo para reparar el daño.
Los duelos contaban con ciertas reglas, entre ellas, las personas que se irían a duelo, debían escoger un padrino, que regulaba el horario, distancia y forma de dicho acontecimiento pero la función principal de ese padrino era que al encontrarse dispuestos para el duelo, debía preguntar a quien ofendió si desea ofrecer una disculpa, si no era así, se procedía al duelo.
Desde el inicio, el duelo de Eugenio y Vladimir tuvo algunos malos augurios.
La fatalidad del duelo se da porque Zaretsky (padrino de duelo de Lensky) no hace validos los derechos que tienen contra el ofensor.
*Él puede poner fin al duelo en cuanto entrega el desafío escrito de Lensky a Oneguin.
*El día del duelo, Zaretsky tiene aún varias oportunidades de evitar el duelo. Debido a que los duelos estaban prohibidos en el Imperio ruso, solo tenían lugar al amanecer.
* Oneguin se queda dormido y llega al lugar del duelo casi más de una hora tarde. (Cuando se bate a duelo, si alguno de los contrincantes se retrasa más de quince minutos, quien esté presente, es declarado vencedor); en el caso de Eugenio, se le espera más de una hora para dar inicio a dicho duelo.
Como ya lo había mencionado, Oneguin siempre va contra toda norma, así que se presenta al duelo, sin padrino y como Zaretsky le dice que debía llevar padrino, Eugenio sin importarle, escoge en ese momento como padrino a su cochero.
-¿Y no ha traído usted padrino?El duelo se lleva a cabo y resulta victorioso Eugenio aunque el frenesí que lo movía para batirse en duelo, se convirtió en tristeza y pena por haber matado a su antes amigo.
-¿Padrino? Exclamó Eugenio-. Sí, aquí está: mi amigo Monsieur Guillot (…)
-¿Podemos empezar?
-Si a usted le parece…-repuso el otro.
Se dirigieron a la parte trasera del molino; los dos enemigos, mirando al suelo, se erguían uno frente a otro, mientras Guillot y Zaretsky hablaban con seriedad acerca de las reglas y condiciones. (Pushkin: 149)
Oneguin, invadido de repente por una sensación de frío, se precipita al lado del muchacho, le mira, le llama…pero es inútil. El poeta ha llegado ya, prematuramente, a su fin. Ha soplado la tempestad, y la arrogante flor se ha marchitado con los primeros rayos de la aurora. (Pushkin: 151)Atormentado por un profundo remordimiento y sujetando fuertemente la pistola con su crispada mano, Eugenio contempla a su amigo. "-¡Bien! Lensky está muerto. ¿Qué más puede usted desear?- le dice a su vecino" (Pushkin: 152)
Los plazos de tiempo
El tiempo en la obra es lineal pero a pesar de ello la historia nos atrapa. Como plazos de tiempo debemos entender todos aquellos períodos dados a nuestros personajes para realizar acciones que los beneficiaran o perjudicaran en medida de lo que realicen.
Los personajes principales contarán con un periodo de tiempo en el cual deberán cumplir sus objetivos.
El primer plazo de tiempo se da cuanto Oneguin queda en la ruina y espera la muerte de su tío para así disponer de la herencia. Aunque no se dicta como tal el plazo, Oneguin solo espera este suceso para ser libre y tener nuevamente su posición económica
El segundo plazo de tiempo se da cuando Lensky reta a duelo a Eugenio.
A la mañana siguiente, antes de salir el sol, tendría lugar su encuentro en el molino: levantarían los gatillos, y dispararían, apuntando a la cabeza o a los pies. (Pushkin: 144)¡Todo es culpa de la fatalidad!:
El amor es un tema que le proporciona interés a la obra, pero no ese amor superficial sino el verdadero y revolucionario que se forja con el tiempo y con la superación de varios obstáculos y la ruptura de las reglas sociales de la época.
Esa búsqueda inalcanzable del verdadero amor lo tenemos representado en el personaje de Tatiana pues a pesar de que no tiene pretendientes, no tiene la prisa de casarse pues ella lo que desea es encontrar un amor que sea para toda la vida, un amor como el que ha encontrado en sus libros.
Al saberse rechazada por Oneguin, sigue amándolo, solo que debe casarse, no por amor sino a petición de su padre.
Pero el amor por Eugenio la hace cambiar, ya no es la misma Tatiana, pero paradójicamente en el fondo sigue amándolo, pero fiel a sus principios, debe dejar el amor por cumplir su palabra de honor.
Cuando Oneguin se reencuentra con Tatiana de manera inesperada, preso de una gran melancolía comprende que ama a Tatiana y ahora es ella quien lo rechaza y no porque no lo ame sino por lealtad a su marido.
La lealtad es otro valor romántico que hacía de los amantes e ideales lo más sagrado.
Panteísmo egocéntrico.
Pequeñez del ser humano ante la magnificencia del mundo, en este caso, el panteísmo no se manifiesta de una forma explícita dentro del texto, pero si en varias ocasiones el narrador nos describe enormes paisajes, con campos, puestas de sol, y algún atardecer, he aquí la cita que considere más notable para “ilustrar” el panteísmo egocéntrico dentro de la novela.
El cielo resplandece en su color azul, y los bosques, todavía transparentes, parecen fabricar su manto de verde plumaje con el que cubrirse. (…). Los valles, que comienzan ya a secarse, se llenan de oscuras manchas; los juguetones rebaños mugen en sus correrías, y el ruiseñor rompe, con sus trinos, el silencio de la noche. ¡Qué hermosa la primavera, y cuánto me entristece su llegada! ¡Ah, la primavera, la estación del amor! Tú despiertas en mi alma, en mi sangre, una triste alegría. En mi rústica soledad, me regocijo ante esta brisa primaveral, y sin embargo, al mismo tiempo, cuando veo que todo empieza a cobrar nueva vida, que todo empieza a gozar, siento en mi alma, que parece ya muerta y ante la que todo adquiere apagados tonos, un terrible malestar, un tedio indescriptible. (Pushkin: 160)
Las Cartas
En Eugenio Oneguin, podemos apreciar las cartas como un arma para resolver el enigma de ambos espíritus enamorados, muy a su forma, envueltos de un enigma.
Las cartas que intercambian Tatiana y Eugenio están llenas de amor y de fatalidad. La función de ambas es develar los más profundos sentimientos de nuestros personajes.
La primera carta enviada fue por parte de Tatiana a Oneguin. Algo curioso a destacar es que Tatiana escribe su carta en francés, pues es como mejor puede expresar sus sentimientos que en lengua natal.
Le escribo. ¿Qué más podría usted querer? ¿Qué más podría yo decirle? No ignoro que usted ahora podría despreciarme para de este modo castigarme. Pero estoy convencida de que al menos tendrá usted un mínimo de compasión como para no abandonarme a mí misma…Mi primera intención era permanecer en silencio. (…) ¡Ah! Entonces para mí hubiera sido suficiente verle, aunque no hubiera sido más que un día a la semana en nuestra pequeña aldea; me hubiera sentido feliz sólo de oír su voz. (Pushkin: 90)En la cita anterior podemos darnos cuenta de que Tatiana le expresa a Oneguin sus sentimientos tal y como son, sin disfraz, pero en algunas partes podría parecernos que no está enamorada de Oneguin, está enamorada del amor; en otra parte podemos intuir que está enamorada de un Oneguin idealizado.
En mis sueños muchas veces te me has aparecido; en ellos te he reconocido sin vacilar antes de haberte conocido en la realidad... En mi alma tu voz resonaba como un eco. Pensé que sería un sueño…y no fue así, ya que cuando por primera vez visitaste nuestra casa, inmediatamente te reconocí. (Pushkin: 91)
Conforme va avanzando su carta, culpa a Oneguin de haber entrado a su vida, se siente sin armas para defenderse de su amor y pide tenga compasión de ella, pues siente amarle.
¡Ah! ¿Qué le conduciría a usted a visitar nuestra casa? Si no hubiera usted venido nunca, yo me habría quedado en este apartado y solitario pueblo sin llegarle a conocer jamás y no hubiera sufrido esta horrible tortura que ahora sufro.Tatiana termina su carta depositando sus esperanzas en que Oneguin le ofrezca protección y amor, sus anhelos de siempre.
Aclárame mis dudas. Es posible que todo esto no sea más que una vana ilusión o el fruto de un engaño, y tal vez mi destino no sea éste… (…)
Sin embargo a pesar de todo, desde hoy lo dejo en tus manos; vierto ante ti mis lágrimas y te suplico que me protejas…
(…) ¡Ah! A ti te guardo, a ti, que tienes el poder de hacer que las esperanzas de mi corazón revivan con una sola mirada tuya, y que con un reproche inmerecido puedes desvanecer mis ilusiones.
(…) No obstante, tengo fe en su honor y en su dignidad, y en usted deposito mi confianza… (Pushkin: 92)
Oneguin al contrario de lo que ella espera, la busca para hablar y confesarle que ella hubiera sido su mujer ideal de antaño, pero que ahora no cree poder ofrecerle todo lo que ella busca, pues la felicidad siempre huye de Oneguin.
La segunda carta que encontramos en la obra, es la que envía Eugenio a Tatiana. Ahora es él quien confiesa amarla, y como lo hiciera ella en el pasado, deposita su confianza en ella, esperando que siga amándolo
Estoy prevenido de todo, incluso de que esta apasionada carta mía, triste y secreta, pueda ofenderla. Me imagino que despertará en usted una mirada despectiva y llena de amargura. (…)
Al encontrarla antaño por azar, creí observar que albergaba usted hacia mí un sentimiento de ternura, pero no me atreví a darle crédito. Me resistí a obrar según mi costumbre, pero al mismo tiempo tampoco quise desprenderme de mi libertad… (Pushkin: 194)
Oneguin se siente atrapado por esa llama de amor que ha despertado Tatiana en él, pero esto se debe a que ella se ha vuelto algo imposible… ¡está casada con su primo! Ya no puede corresponderle a Eugenio. Esta nueva condición de Tatiana le parece muy atractiva a Oneguin, ahora “lo prohibido se le vuelve tentador”.
¡Ah! Para mí ahora toda la dicha consiste en ir siempre tras suyo, en obtener una mirada o una sonrisa, en escucharla y penetrar con mi alma su perfección… y morir, sufriendo, poco a poco… e incluso esto sólo para mi felicidad…(Pushkin: 194)Al finalizar su carta deposita su suerte y futuro en Tatiana…pero ella, ¿qué puede hacer por él? Le ha dado su palabra de honor, fidelidad y amor a otro hombre (primo de Oneguin)… debe cumplirla.
Todo estuvo primero en manos de Oneguin, y dejo escapar su felicidad, ahora todo es irremediable, solo le queda vivir con las ruinas del amor que en antaño Tatiana sentía por él.
¡Ah! Que terrible es suspirar constantemente por abrazar sus rodillas y anhelar manifestarle, llorando postrado a sus pies, el dolor que inunda mi corazón, mientras se arma al mismo tiempo la palabra y la mirada de glacial indiferencia y se conversa con usted tranquilamente y con alegría!...Conclusión.
Pero no me es posible luchar ya más conmigo mismo. En sus manos he decidido depositar mi suerte. (Pushkin: 195)
Es evidente que en este análisis el amor y el honor toman un papel muy importante. El romántico siente ansias de infinito. Es una constante búsqueda, es el vaivén de sus sentimientos, de sus anhelos.
En el caso de “Eugenio Oneguin” los protagonistas no logran alcanzar.
Esta superposición del sentimiento sobre el pensamiento lleva al egocentrismo romántico, una de cuyas formas es la proyección de los sentimientos del romántico sobre la naturaleza dando paso al panteísmo egocéntrico.
Considero que Eugenio Oneguin cumple claramente con la mayoría de características románticas, hay mucho que analizar en él.
Bibliografía:
Alonso Dámaso. (1978) OBRAS COMPLETAS. ESTUDIOS Y ENSAYOS SOBRE LITERATURA. Madrid, España. Gredos
Béguin, Albert. (1954) EL ALMA ROMÁNTICA. EL SUEÑO. México. FCE.
Pushkin, Alexandr. (1972) EUGENIO ONEGUIN. España. Bruguera
por qué le arruinas el final a la gente??, osea si los humanitos ya son flojos para leer el libro, medio les gustan las pelis, les pones el final para que ni por el cine se interesen, que mala onda !!, además el final al principio del trabajo (muy bueno por cierto), para que como espectador me desgarre el alma y me cueste mas leer.
ResponderEliminarBUeno me encanto tu trabajo, y no sé, Eugenio Onegin es como TODO en el sentido romantico, pero él como persona, es esclavo de sus propios fantasmas, esta encadenado a la soledad y el fastidio de la vida, sin posibilidad de alcanzar algún día la felicidad, lo peor es que al final de la obra, es conciente de esto y es lo que termina destruyendolo infinitamente... en fin, perdón por no ayudarte mucho, pero Onegin me atormenta, me rompe :( lo siento.
Para mi; que soy aficionada a la obra de Pushkin y he leído y visto la película o pelis..uf¡ como tú la llamas ...los comentarios y análisis son sumamente interesantes. Porque escribir un comentario tan ambiguo como negativo?? Mejor lee más...y agradece a quien se toma un tiempo para hacer estos comentarios.
EliminarMe encantó, muchas gracias...
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